SEVILLA (2023.06.19) Desde el Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU -centro adscrito a la Universidad de Sevilla- se apuesta por un programa académico que contempla no solo la formación teórica, sino muy especialmente la práctica y la referida a los valores, desde el punto de vista del humanismo cristiano.
El objetivo es formar a profesionales que no solo ejerzan la labor que se espera de ellos, sino que lo hagan guiados por una serie de principios que los diferencien del resto.
Como explica la coordinadora del Grado en Derecho, Ana Ochoa, “la formación no consiste solamente en adquirir conocimientos, sino que hay que acompañarlos de una actitud de servicio a los demás. Este mundo jurídico requiere gente despierta y hábil y si, además, se desarrolla la profesión elegida bajo el prisma del humanismo cristiano se puede hacer mucho bien. Eso es lo que más me gusta de la abogacía, ayudar al que creo que se lo merece”.
Además, a lo largo del curso se organizan numerosas actividades que cuentan con la participación de expertos en diferentes ámbitos, lo que enriquece enormemente la preparación de los estudiantes y les permite entender mejor el ejercicio de su futura profesión.
Por otro lado, se presta especial atención a las nuevas tecnologías, ya que resulta fundamental conocerlas y dominarlas para poder trabajar en un mundo como el actual, sea cual sea el sector.
Ana Ochoa afirma que en el proceso de aprendizaje “tienen, en mi humilde opinión, una parte positiva y una negativa. Por una parte, facilitan dicho proceso, ya que las bases de datos constituyen un auténtico tesoro y los avances tecnológicos ayudan la mayoría de las veces a gozar de más libertad y menos pérdida de tiempo, cuando funcionan bien. Pero, es innegable que se tiende a copiar y pegar sin prestar la atención necesaria, dejando a un lado el razonamiento sobre el tema en cuestión y, sobre todo, las nuevas tecnologías entorpecen cuando no funcionan bien”. En este sentido, insiste en que “no hay nada peor que verse sometido al maltrato tecnológico, citas imposibles de conseguir a través de Internet, consultas que no se pueden realizar, sistema Lex Net que falla continuamente, etc.” Sin embargo, reconoce que “es indudable que hay que adaptarse a los tiempos y las nuevas tecnologías forman parte del presente y del futuro”.
En lo que respecta al desempeño de su profesión, es fundamental que sepan sacarles el máximo rendimiento y las conozcan bien. La ciberdelincuencia es uno de los temas sobre los que los alumnos aprenden en profundidad de la mano de expertos y docentes especializados, preparándose para el reto que supone hacer frente a estas cuestiones que, sin duda, estarán presentes en su trabajo diario.
Para concluir, Ana Ochoa indica que a sus alumnos les aconseja “que aprovechen la suerte de poder estudiar en un centro como el nuestro, que estudien, atiendan, dejen los móviles mientras se encuentran en clase, se tomen con interés las actividades que con tanto esmero preparamos para ellos, que estudien -no para aprobar, sino para aprender, para preparar su salida al mundo laboral-. Junto a todo ello, los animo también a disfrutar de la vida universitaria, a hacer amigos en las aulas, a compartir y a ayudarse unos a otros, que valoren adecuadamente todo lo bueno que les brindan sus familias y el centro”.