SEVILLA (2023.07.12) Los alumnos de CEU Andalucía reciben una formación integral durante los años dedican a sus estudios que, sin duda, marca la diferencia. No se trata solo de transmitirles conocimientos académicos, sino también una serie de valores -basados en el humanismo cristiano- que les hacen entender sus responsabilidades profesionales como un servicio a la sociedad.
Todos los centros académicos plantean sus programas académicos con este enfoque, a distintos niveles y adaptados a cada etapa formativa. En el caso del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU -adscrito a la Universidad de Sevilla-, se consigue -entre otras cosas- gracias a las actividades complementarias que se organizan a lo largo del curso, muy valoradas por los alumnos. Así lo explica María Rodríguez Sánchez, que terminó el curso pasado sus estudios del Grado en Educación Infantil, “pienso que estas acciones tienen un valor muy interesante tanto para nuestro futuro CV como para nuestro presente como estudiantes. Aporta experiencias, nuevos conocimientos complementarios, puesto que se abordan temas de actualidad y esto para cualquier profesional es algo fundamental, ya que tienes que estar al día en todo momento. Al estar trabajando con niños, necesitas saber todas las nuevas aportaciones -cómo detectar mejores necesidades, cómo enseñar de una forma más atractiva, cómo desarrollar todo su potencial…”
Destaca también el acompañamiento personalizado que ofrecen los profesores y tutores, “sentimos que se preocupan por ti”. Esto se traduce en una atención individualizada que busca ayudar al estudiante a alcanzar su mejor versión, “nos ayudan a sentirnos cómodos, integrados y tratan de sacar de cada uno todo su potencial. Saben quiénes somos, cómo somos y qué necesitamos para llegar a ser un gran profesional, individualizando en ciertos casos la preparación que requerimos. Esto hace que nos sintamos más motivados y seguros”.
Vocación y formación
La vocación es fundamental en la que será su profesión, pero no suficiente, ya que es indispensable contar con una completa formación. Por ello, ahora que ha concluido sus estudios, María hace balance de cómo llegó el primer día y su evolución durante este tiempo, “cuando llegas por primera vez todo es nuevo para ti, eres un “folio en blanco”. Sin embargo, tras estudiar la carrera, asistir a seminarios, actividades culturales y a las prácticas, empiezas a conocer muchos conceptos, formas de enseñar, necesidades que debes detectar de una manera temprana para llevar a cabo la inclusión en las aulas. Es entonces cuando ese “folio que estaba en blanco”, empieza a llenarse de anotaciones que debes grabar a fuego para toda tu vida, y a las que irás sumando nuevos apuntes complementarios”.
Esta alumna, que ha recogido este año uno de los premios universitarios a los mejores expedientes académicos de la Universidad de Sevilla -y del Centro de Estudios Universitarios Cardenal Spínola CEU como centro adscrito a la US- que concede la Real Maestranza de Caballería de Sevilla, reconoce que “una vez concluida esta etapa de formación, me enfrento a un sinfín de retos, entre otros, está el hecho de ser consciente de que la formación verdaderamente nunca acaba por completo para poder diferenciarte y mejorar tus competencias”.
Asimismo, afirma que es “difícil encontrar trabajo, uno en el que te sientas realizada y en el que puedas dar tu mejor versión. Asimismo, los docentes tenemos retos muy complicados e importantes en el día a día de las aulas, tales como, ser capaces de educar personas con sentimientos y emociones, con necesidades y dificultades, educar para la vida, no quedarnos solo en educar a futuros profesionales, o futuros alumnos más mayores con necesidad de ser “cajas llenas de información”. También tenemos que ser capaces de identificar y llevar a cabo una educación globalizada basada en valores, en la inclusión, en detectar cómo calar en cada uno de nuestros alumnos de la mejor manera, individualizando y personalizando esa educación a cada niño, para poder ayudarlos a desarrollar todo su potencial”. Sin duda, esta concepción de la educación viene marcada por la preparación que María ha recibido en Cardenal Spínola CEU, poniendo el foco en los mismos puntos que el centro desarrolla en cada una de sus titulaciones.
Para concluir, considera que una de las enseñanzas que más valora tras su paso por Cardenal Spínola CEU es “saber que educar de una forma lúdica y atractiva para los más pequeño es fundamental. Es decir, es importante crear escenarios en los que los alumnos se sientan motivados y cómodos para poder captar toda su atención, y poder aprovechar sus intereses para enseñar nuevos conceptos”.
